Carta a lxs estudiantes
Diseñadorxs Gráficxs: para qué, para quién, dónde
Desde la cátedra buscamos desarrollar un proyecto interdisciplinario de enseñanza del diseño que promueve la producción con diversidad estratégica, conceptual y estética; a través de un abordaje crítico de la realidad, tratando de develar, de encontrar nuevas miradas y concepciones disciplinares para aportar a la construcción de un mejor habitar social y cultural.
Desde la cátedra buscamos desarrollar un proyecto interdisciplinario de enseñanza del diseño que promueve la producción con diversidad estratégica, conceptual y estética; a través de un abordaje crítico de la realidad, tratando de develar, de encontrar nuevas miradas y concepciones disciplinares para aportar a la construcción de un mejor habitar social y cultural.
Cuando hacemos una crítica de la vida cotidiana y de las prácticas profesionales vamos descubriendo leyes y encontramos nuevas maneras de ver y analizar esa realidad. Intentamos ejercer una activa mirada sobre el campo profesional a través de un equipo docente con fuerte inserción y práctica del diseño contemporáneo. Nos enfocamos entonces hacia la gestión de la innovación, la investigación de nuevos conocimientos y nuevas prácticas de enseñanza que impacten de manera significativa en el proceso de aprendizaje. Intentamos que cada estudiante logre herramientas propias y acordes para aprehender a representar con sus conceptos y estrategias de manera innovadora. Para nosotros, crítica es lo opuesto a actitud ingenua o conformista; una práctica activa del ser universitarios y profesionales que pueda contribuir a develar y replantear permanentemente la realidad a través de los proyectos.
Nuestras comunicaciones, nuestras formas, nuestros objetos intervienen en la vida social, en la vida de los sujetos. Partimos entonces de que los sujetos se configuran en condiciones concretas de existencia. Este es uno de los abordajes básicos que intentamos que integre en su formación cada estudiante y lo complementamos con la elección de temáticas y comitentes en los proyectos a diseñar en los talleres. Los sujetos destinatarios de nuestros proyectos son niñes, jóvenes, hombres y mujeres concretos, insertos en relaciones sociales que los determinan.
Está claro que los problemas de la realidad social y cultural no los van a resolver los diseñadores gráficos; esas propuestas deben llegar desde proyectos políticos-sociales conformados por personas con principios éticos, críticos y preparados para la acción transformadora. Pero es tarea del diseñador, del universitario, la de investigar, conocer, develar, contribuir a recuperar y a construir un habitar contemporáneo accesible inclusivo con perspectiva de género fortaleciendo la igualdad en los derechos respetuosa de las identidades.
No estudiamos sólo las recetas del “diseño de moda”, no nos quedamos obnubilados con las concepciones dominantes o en boga, sino que intentamos generar herramientas teórico-conceptuales, metodológicas y prácticas que generen proyectos inclusivos insertos en las necesidades de realidades concretas, históricas, sociales, culturales y económicas. Sabemos que, como sujetos, estudiantes y docentes, estamos insertos en una organización social (este caso, la FADU-UBA), lo que implica que estamos en algo que es previo a nosotros y entonces como sujetos producidos en una organización social y a la vez productores de ella, tenemos la posibilidad y la responsabilidad de cambiarla.
No queremos reproducir matrices de aprendizajes que generen encandilamientos, que generen adaptaciones pasivas. Por el contrario, nos dirigimos a desarrollar competencias críticas, de pérdida de ingenuidad en cada estudiante de la cátedra (y de nosotros mismos cada día) para poder adaptarnos a la realidad activamente. Esto es para nosotros la tarea diseñar para la acción, diseñar para operar en la cultura: en definitiva volcar nuestro diseño a mejorar el habitar contemporáneo y cotidiano. Tareas que no son fáciles, que necesitan desmitificar muchas veces los supuestos y creencias sobre nuestras prácticas y roles. Asumir el taller con este enfoque es esforzado y algunas veces causa incomodidad. Estamos hablando de la crisis de poner en duda todo aquello que se nos ofrece como inmediato, obvio, natural, incuestionable y que no es tan del todo así.
Tratamos de generar el ejercicio de un pensamiento complejo que implica el reconocimiento de un principio de incompletitud y de incertidumbre, pero implica también, por principio, el reconocimiento de lazos de intercambio entre miradas interdisciplinarias. Este pensamiento complejo que se desarrolla en nuestro ámbito del diseñar, en el taller, despliega estrategias definidas como el reconocimiento de la diversidad, la importancia de la acción y la búsqueda de la calidad en el diseño, tanto formal como conceptual.
En definitiva, estudiantes y docentes, intentamos descubrir en libertad y fortaleciendo la autonomía de cada persona, que no tiene sentido aprender a diseñar sin tener en la mira la situación general ya que cada uno se vuelve responsable del mundo que construye o destruye.