Diseñar para la realidad es una acción, un principio y una disposición pedagógica. En la actualidad pensando en una cartografía de la enseñanza del diseño en la universidad pública uno de nuestros temas centrales de agenda es: enseñar a diseñar como una praxis centrada en las necesidades colectivas. Es necesario construir una estrategia entre el Diseño y construcción social del futuro, a través de proyectos académicos disciplinares que trabajan con la recuperación del aporte de la historia para entender el valor de la relación entre pasado, presente y futuro frente a la reivindicación de lo superficial y efímero. Estos son algunos de nuestros principios para pensar los Diez Mil Diseños nuestra actitud frente al diseño.

La posmodernidad ha dejado su estela en la cultura contemporánea y en particular en el diseño, planteando procedimientos del pensamiento profundamente individualista y acrítico desde donde se han sostenido incluso posturas privatistas para una educación basada en el “control de calidad” y “competencia”, parece que allí la enseñanza solo puede ser una distribución unidireccional de saberes prefijados para “defenderse” en el “mercado”.

Diseñar para la realidad, es un proyecto de enseñar, pensar y hacer el diseño, recuperando los aportes de Victor Papanek, entre otros, con la necesidad de recuperar el rumbo y las posibilidades de participación y pensamiento de una actitud profesional orientada al proyecto colectivo y con prospectiva de futuro y por supuesto esto es “político” en términos de la vida social. Desde de la universidad pública, en en particular desde disciplinas que ayudan a configurar la subjetividad y la legibilidad de la cultura contemporánea vemos necesario tomar lo proyectual como acción y voluntad de transformación de la realidad. Es desde esa concepción que pensamos la actuación de los profesionales universitarios dedicados al Diseño, la Edición y la Comunicación, como mediadores y operadores culturales colaborativos y cooperativos.

El diseño tiene que ver con el inicio de algo, con la acción de algo nuevo o reconsiderado a través de una praxis. Cada intervención vuelve a sentar las bases para la acción humana, y en esta expresión subjetiva del valor del pensamiento se orienta la práctica de la vida cotidiana. Nos interesa en este punto nuestro enfoque del diseñar para la acción, del diseñar para la realidad, en donde nuestras comunicaciones y objetos intervienen transformando con argumentos la realidad en una estructura social determinada siempre históricamente. Aquí, pensar y actuar no son verbos disociados sino acciones integradas en la metodología de una idea, una propuesta, un proyecto.

Por todo esto pensamos que resulta necesario democratizar asimismo el acceso a la información y transformarla en una experiencia de conocimiento. Se trata de actuar y enseñar queriendo. Es esto un modo de conocer, de saber, de obtener experiencias, de llegar a través de la realidad concreta a nuestras disciplinas intelectuales y artísticas. Así procuramos construir un proyecto desde la universidad pública, con la voluntad y la humildad de saber que las convicciones compartidas a la luz de los acontecimientos nos llaman a actuar, nos reclaman y convocan.

Esto es un compromiso con un proyecto colectivo de presente y futuro, enseñando y aprendiendo desde un modelo propio, trazando nuevos caminos e integrando capacidades colectivas. Solo incorporando la experiencia comprometida hacia las necesidades sociales tendremos un punto de partida disciplinar para revisar las variadas posiciones estéticas y conceptuales que nos abordan, y buscar la innovación allí donde se necesite crear lo nuevo para una realidad transformadora.